De basural a cielo abierto a nodo ambiental de “un proyecto ambicioso”

23/06/2021 | AMBIENTE |

Durante muchos años, el predio ubicado en la calle 30 y 157 fue un basural a cielo abierto, pero con un trabajo conjunto de diversas áreas del municipio, se proyecta como un espacio verde que respeta la biodiversidad y se plantea como un puntapié inicial para recuperar la ribera del Rio Carnero.

Imagen área del predio ubicado en calle 30 y 152
Imagen área del predio ubicado en calle 30 y 152

Eduardo Angulo - Jefe del Departamento de Desarrollo Rural y Ambiente de Colonia Caroya.

La Municipalidad de Colonia Caroya presentó en sociedad el Nodo Ecológico de calle 30 y 152, que hasta hace poco era un basural a cielo abierto. En ese lugar había sucedido un incendio que terminó por deteriorar la biodiversidad por lo cual se decidió clausurarlo mediante una iniciativa conjunta con el centro vecinal de Tronco Pozo. 

Desde entonces, el personal a cargo de ambiente del municipio estuvo trabajando en la constitución del paisaje y la restauración ecológica del predio de dos hectáreas a través de la forestación. 

“Implicó sacar todos los elementos que podrían tener riesgo ambiental y la restauración de la fertilidad del suelo” indicó a nuestro medio Eduardo Angulo,  jefe del Departamento de Desarrollo Rural y Ambiente.

La reforestación se inició con ejemplares de Aguaribay, un árbol con “condiciones para  crecer en terrenos donde la fertilidad ha sido afectada” sumó el ingeniero.  Al mismo tiempo, se colocaron un centenar de especies autóctonas tras la fijación de la parte superficial del terreno a través de la siembra de centeno.  

De esta tarea colaboró el sector de Espacios Verdes, que se encargó de implantar especies nativas y autóctonas con la colaboración de cinco jóvenes que fueron previamente capacitados a través el Programa de Placeros que tiene en marcha el municipio.


Angulo señala que es el comienzo de “un proyecto ambicioso” pensado a 10 años y que tiene una serie de objetivos a corto y mediano plazo. 

Por un lado, la finalidad es compensar los árboles que los ciudadanos extraen en la ciudad de modo tal que nunca la tasa de extracción supere a la tasa de reemplazo. “El ciudadano que realice la extracción de un árbol tiene que compensar con tres: uno de reemplazo y dos para el nodo”, explicó. 

Angulo  aseguró que el primer paso a futuro es que este nodo se convierta en un punto de arborización y como tal, de referencia para la compensación de la huella de carbono de empresas y ciudadanos.

Al mismo tiempo, comenta que entre la calles 48 y 124 ya está preparado el terreno para empezar a plantar empieces autóctonas. Esto se da en el marco del compromiso asumido por el municipio de controlar y reemplazar el siempre verde, una especie considerada plaga y que significa un gran desafío de 3 kilómetros.  

Por otro lado, Angulo explica que esta revalorización está incluida en un proyecto mayor sobre la calle 30 “que va enlazar corredores a lo largo del cauce del río carnero y corredores urbanos rurales”. 

En este sentido, explica que serán 8 nodos estratégicos a la vera del Río Carnero que comienzan en el límite con La Granja hasta el puente de Colonia Tirolesa, donde finaliza el éjido municipal caroyense. 

“Nos parece muy importante que haya un cambio cultural acerca de la ribera del río. Siempre fue un lugar dónde la gente abandona residuos, la idea es que en la próxima década empecemos a trabajar en la recuperación de la ribera, un cambio cultural que permita apropiarnos de la inmensidad que tiene el Río Carnero”, sentenció.


Etiquetas: Arboles Biodiversidad