“Las personas mayores tienen mucha ansiedad por volver a encontrarse”

21/09/2021 | CIUDADANÍA |

Ayer fue el día del jubilado y jubilada, sin dudas una parte de la sociedad muy afectada por la pandemia. La situación de las personas mayores, el abordaje de la pandemia y la ilusión de volver a actividades comunitarias, lo cuenta Miguel Ávila, jefe de la regional PAMI de Jesús María, en entrevista con La Ronda.

Miguel Ávila - Jefe de la regional PAMI de Jesús María,

¿Qué pasa cuando las personas dejan de trabajar?  Fue el disparador para que Miguel Ávila, jefe de la regional PAMI de Jesús María, cuente al aire de La Ronda acerca de las personas mayores en el marco del Día del Jubilado/a.

Ávila afirma que las personas mayores cuando se convierten en “pasivos”, por estar fuera del sistema formal de trabajo, “se vuelven activos al estar al servicio de otros  y concentran sus energías y su entusiasmo en una actividad como la creación de un centro de jubilados o participar de propuestas solidarias”. 

Asimismo, asegura que se vuelven más activos en el ámbito doméstico, por ejemplo, en el cuidado de sus nietos. 

“Se abre una ventana hacia el trabajo solidario, en conjunto con otros y lo van a disfrutar desde otro lugar. Festejamos eso, el poder hacer otras cosas que antes por las obligaciones no podían”, señaló Miguel.

Desde la declaración de la pandemia Covid-19, uno de los desafíos más grande a superar (además del cuidado del grupo poblacional más afectado por la circulación del virus, claro) es la digitalización de las personas mayores para poder continuar con su cotidianidad durante la cuarentena.   

“Hubo que crear un dispositivo administrativo, técnico y sanitario para poder cuidarles y sobre todo que le pudiesen llegar las prestaciones en tiempo y forma. No fue una tarea fácil”, relató.  

La nueva forma de relacionarse digitalmente con su cotidianeidad para conseguir sus prestaciones y necesidades habituales les “trajo mucha angustia porque no todos tenían alguien al lado quien le pudiera facilitar un turno médico o recibir una receta electrónica y cambiarla en una farmacia”, manifestó Miguel sobre la “desprotección tecnológica” de las personas mayores.

Sumado a eso, el cierre de los centros de jubilados, también afectó negativamente ya que son espacios donde compartían encuentros e incluso almuerzos para aquellos que no tienen familia. 

La esperanza vino de la mano de la vacunación preventiva contra el Covid. Miguel resalta el esfuerzo del estado para vacunar a todas las personas mayores, que al momento superó el 80 % en esta franja etaria, permite empezar a diagramar actividades comunitarias de forma paulatina. 

“Las personas mayores tienen mucha ansiedad por volver a encontrarse, por abrazarse, por participar a una actividad al aire libre, por viajar, por compartir esa alegría de no tener responsabilidades laborales”, concluyó.  


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