"La situación de los precios es una locura"

17/03/2019 | ECONOMÍA |

Lorena Romero, dueña del kiosco de la plaza del XV, explicó el modo en que la suba de precios impacta en la sustentabilidad de los comercios y en los hábitos y preferencias de consumidores y consumidoras.

Lorena Romero, propietaria de kiosco Imágenes de Colonia Caroya

La caída del consumo, el incremento de los alquileres y los tarifazos hicieron que en los últimos tres años cerraran 28 mil kioscos en todo el país. Así lo reveló un informe de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA). ¿Cómo repercutieron las medidas económicas del gobierno en nuestra zona?

Radio La Ronda habló con Lorena Romero quien es dueña de videoclub Imágenes, el kiosco que atiende frente a la plaza del XV desde hace más de veinte años. Según relató, la situación económica impacta de lleno en la sustentabilidad de los comercios. Para dar un ejemplo, contó que le aumentaron el 50% el alquiler "de un día para el otro" sumado al valor de la boleta de luz cuyo importe en enero rozó los $13000.

La inflación es uno de los factores determinantes, explicó Romero, ya que los constantes aumentos disminuyen significativamente las ventas. En ese sentido sostuvo que "la situación de los precios es una locura" y que esta realidad viene modificando las costumbres y preferencias de la clientela: "El consumo ha cambiado muchísimo por la crisis: antes acá  teníamos sólo primeras marcas y ahora la gente busca y pide segundas", afirmó. 

Entre los productos más afectados destacó las gaseosas y cigarrillos, explicando que mucha gente empieza a optar por los armados para no afrontar el alto precio de las etiquetas. Respecto de las bebidas sostuvo que además de que se empieza a comprar marcas más baratas también se consume menos: "Antes vendíamos todos los días y ahora la gente consume sólo los fines de semana"

"En los primeros años de este gobierno la gente no se daba cuenta de que estaba perdiendo su poder adquisitivo, la posibilidad de decidir lo que uno quiere gastar (...) Antes venían, no preguntaban los precios, llevaban, no había drama. Ahora todos te preguntan '¿cuánto sale ésto, cuánto sale aquello...?'", puntualizó la comerciante.

Por último, otro de los cambios que advirtió Lorena es que ahora las personas piden el vuelto. Tiempo atrás era común la compra de golosinas con el dinero que sobraba. Actualmente, en contraste, "hasta la moneda de 50 centavos la esperan", finalizó.