En la madrugada del 25 de octubre de 2020 la policía de Córdoba disparó 112 balas en Paso Viejo, pequeña localidad ubicada en el departamento Cruz del Eje, y terminó con la vida del adolescente de 15 años Joaquín Paredes. 

Desde entonces la familia, con el acompañamiento de la comunidad, piden justicia y que los cinco policías implicados en el hecho tengan sus represalias correspondientes. 

Hace un mes, la Fiscalía de Instrucción de Deán Funes, a cargo de Fabiana Pochettino, ordenó el cambio de carátula de la causa Joaquín Paredes imputando a cinco policías por “Homicidio Calificado por la calidad del autor”, “Homicidio Agravado por el uso de arma, en concurso ideal”, “Homicidio Calificado” y “Homicidio Agravado en grado de tentativa”. 

Este cambio de carátula trajo “alivio” a la familia y significó un “trampolín para seguir luchando”.  No obstante, los cinco policías imputados siguen en libertad.  

A un año de aquella fatídica noche, Maribel Paredes, tía de Joaquín, manifestó a La Ronda que “toda esta locura parece que fue ayer”. 

“Estamos muy triste, recordandolo como en sus últimos días de vida, él andaba contento porque iba a festejar sus 16 años y su nono le iba a regalar un celular, a todos sus amigos le contaban”, señaló y agregó: “No me voy a olvidar nunca de esa tarde que me miraba con una sonrisa hermosa”.

Por su parte, Ivana integrante de la organización Comunidad Justicia por Joaquín, expresó que “un año sin Joaquín significa un año de dolor, de lucha, de quererse dar por vencido”. No obstante, señaló que desde la comunidad, un grupo de amigos, vecinos, docentes, siguieron apostando por el pedido de justicia y se juntaban todos los lunes. 

“Golpeamos todas las puertas que pudimos, algunas se abrieron y otras seguimos esperando, como los responsables políticos que aún no nos atienden, ni el gobernador, ni el ministro de seguridad”, manifestó. 

A su vez, Carlos Julio Sánchez, docente, ex sacerdote, artista plástico, integrante del Movimiento Campesino de Córdoba y vecino de Paso Viejo, realizó una crónica sobre lo sucedido aquel 25 de octubre. 

“Fue un caso de gatillo fácil, completamente violento e inhumano”, señaló.