Este jueves, en el Bochas Sport Club, se dio comienzo a las capacitaciones obligatorias en violencia de género a todo el personal municipal. En la primera charla estuvo presente Gabriela Romanutti quien es Lic. en Trabajo Social por la Universidad de la República Oriental del Uruguay (UdelaR), Magister en Salud Comunitaria de la Facultad de Enfermería de la misma universidad, y diplomada en Género y Políticas Públicas en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Uruguay. 

En comunicación con La Ronda, Romanutti señaló que durante las charlas y capacitaciones se va a trabajar en la construcción de vínculos más igualitarios “donde nadie se sienta con el poder de decidir sobre la vida de otra persona” y así poder “prevenir relaciones violentas”.

El día viernes participará en la primera jornada de capacitación, destinada a Gabinete Municipal: Secretarios/as, Subsecretarios/as, Directores/as de todas las áreas, Jefe/a de Juzgado de Faltas, Asesoría Letrada, Registro Civil; Concejo Deliberante y Tribunal de Cuentas. Consultada al respecto expresó que “es fundamental” que se den estas capacitaciones a quienes legislan. Desde su experiencia en el país vecino aseguró que la importancia de la perspectiva de género es transversal al ordenamiento público ya que influye en el “cómo pensamos la ciudad”. “Hay que empezar a tener en cuenta el %50 de la sociedad, empezar a poner esa mirada en cómo influye en hombres y mujeres una política de transporte o cuanto iluminamos la ciudad”, ejemplificó. 

“A medida de que los gestores de políticas públicas sepan más de estas cosas vamos a reproducir menos de estos patrones heteropatriarcales que nos van marcando formas de vincularnos”, continuó Gabriela quien desde 2012, es responsable del área de participación y empoderamiento de las mujeres, como parte del equipo técnico de la División Asesoría para la Igualdad de Género de la Intendencia de Montevideo.

Al mismo tiempo, la académica uruguaya instó a que el cambio y la formación se debe dar en todas las instituciones sociales, como la educación, los medios de comunicación y la iglesia: “Todo lo que reproduce el estéreo tipo de género (…) se rompen todos los sueños posibles y se rompen formas de ser igualitarios. Tenemos que dejar de ver a las nenas como princesas y a los varones como héroes”.